Si bien es cierto, todo reflejo lleva consigo algo de verdad. Cada vez que nos miramos en un espejo, puede que nos veamos mejor o pero de lo que somos. Sin embargo, seguimos siendo nosotros. Aun cuando exista un sinfín de razones que nos hagan pensar que aquello que vemos no es lo que somos, existen también un sinfín de características que nos definen y no nos dejan escapar de nosotros mismo.
Esa noche cuando despertó, se vio reflejada en sus ojos. Se vio de pie y desnuda. Se vio el cuerpo y el alma. No sabía si aquello que veia era cierto. Lo único que tenía claro era que no quería romper el espejo y hacer trocitos aquella linda realidad.
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